domingo, 7 de abril de 2019

ANCHOAS RELLENAS




Anchoa, bocarte o boquerón... esperada con ansia en todo el Cantábrico en los meses de primavera.





Ya sean solamente fritas o rebozadas, las anchoas están exquisitas. Pero se elevan a la condición de manjar preparadas como anchoas rellenas, bien solo con piquillos, o con bonito y tomate, o en este caso como más nos gustan, con pimiento del piquillo y bonito desmigado. Es un “pintxo” clásico y sabroso donde los haya, pero que las modas por rizar el rizo de unos o de usar en exceso los precocinados o preparados industriales en otros casos, ha hecho que cada vez sea más difícil encontrarlas en las barras de los bares de tapeo.






Ingredientes por pincho:

2 anchoas de tamaño intermedio.
1 tira de pimiento del pico o piquillo del tamaño aproximado de la anchoa abierta.
1 cucharadita de bonito en aceite desmigado
Además, huevo batido con una pizca de sal, harina para rebozar y aceite de oliva para freírlas.



Preparación:
-Abrir las anchoas y quitar la espina.
-Abrir el pimiento y cortarlo a lo largo en 4 tiras (si son de los más pequeños, en 2).
-Cubrir una de las anchoas por su parte interna con el pimiento y la otra con el bonito desmigado. Juntar las 2 mitades.
-Enharinar las parejas de anchoas, apretarlas con cuidado para que no se desmonten y pasarlas por abundante huevo batido (salar las anchoas con prudencia ya que el bonito en aceite ya lleva sal).
-Freir en abundante aceite de oliva. Es mejor hacerlas de pocas en pocas para controlar que no se nos hagan demasiado y darles la vuelta con más facilidad.






Una vez bien escurridas de aceite, solo queda saber cuantas eres capaz de comer en una sentada.

martes, 2 de abril de 2019

FILETE DE VERDEL AL VAPOR CON BACÓN Y FALSO GAZPACHO




La abundancia de verdel en temporada te puede terminar cansando o, por el contrario, te hace más creativo, aprendiendo a cocinarlo de todas las formas posibles. Se trata de un pescado que es una fuente de proteína y grasa saludable de primer orden.




El pescado al vapor es una preparación fácil y muy recomendable, sobre todo sacando los lomos o filetes, quedan así con una textura y gusto muy finos. Es nuestra forma favorita para preparar el salmón o la raya. Tiene una ventaja a la hora de hacerlo en casa y es que no huele al cocinar.




Los pescados así preparados conviene acompañarlos con salsas con personalidad que contrasten con la delicadeza de la cocción al vapor. Vinagretas, aliolis o una tapenade le van fenomenal.




En este caso hemos optado por confeccionar una salsa a base de piquillos y tomate para servirla fría acompañando a los filetes de verdel al vapor.




Falso Gazpacho:

Para unos 250 ml de salsa.

Confitar un diente de ajo en 4 cucharadas de aceite de oliva virgen, añadir un tomate maduro pelado cortado en dados y rehogar.

Añadir un bote pequeño de tiras de pimiento del piquillo con su líquido. Dejar cocer a fuego vivo 5 minutos. Añadir 3 cucharadas de vinagre de jerez y unas gotas de tabasco al gusto. Darle su punto de sal.

Pasarlo con la batidora y dejar enfriar.

Filetes de verdel:

Sacar los filetes con la piel, quitando las espinas ventrales, y salar con sal gruesa marina.

En una vaporera poner el agua con una hoja de laurel. Cuando llega a ebullición, incorporar los filetes en la rejilla con la piel para arriba y tapar. Dejar cocer 2 minutos.

Bacón:

Las lonchas de bacón partirlas por la mitad y en una sartén, sin aceite, dorarlas hasta que estén crujientes.

Montar el plato:

Poner un filete de verdel con la piel para arriba y otro con la piel para abajo. Añadir un par de cucharadas de la salsa a un lado y las lonchas de bacón. Salsear las tajadas con un poco de la grasa que ha soltado el bacón.