domingo, 19 de febrero de 2017

RECETAS DE CHOPA: CHOPA AL HORNO, CHOPA A LA SAL, CHOPA MARISCADA


COMO COMENTAMOS EN UN ANTERIOR ARTÍCULO, LA CHOPA ES UN PESCADO POCO CONOCIDO O VALORADO GASTRONÓMICAMENTE. SIN EMBARGO, SIENDO CUIDADOSOS Y NO PASÁNDONOS EN LOS PUNTOS DE COCCIÓN NADA TIENE QUE ENVIDIAR A OTROS PESCADOS PARECIDOS COMO SARGOS, PARGOS, ETC.

Sargos, Pargos y Chopas se suelen dar en el mismo pesquero.


RECETAS DE CHOPA


CHOPA AL HORNO

Receta para piezas en torno al kilo, sin abrir el pescado.

Asar 20 minutos en el horno a 225º. Al sacarlo es cuando lo abrimos y le echamos un refrito de ajos en la misma bandeja. Con el calor del aceite se termina de hacer y se une a toda la grasa y jugo que ha soltado.

Truco: ¿Cómo saber si está hecho por dentro?

1-Tocar con el dorso del dedo índice la piel del pescado por su parte más gruesa y si no está bien caliente es que le falta tiempo de horneado.

Un pequeño corte nos ayudará a controlar el punto.


2-Meter las piezas con un pequeño corte transversal que llegue hasta la espina, en el lomo detrás de la cabeza (es la parte más gruesa). Sabremos así si la cocción ha llegado hasta la espina. Cuando veamos que la carne se separa de la espina y ha perdido el brillo de cruda, sacarlo del horno.

En cuanto le cojamos el truquillo a nuestro horno no nos hará falta esta práctica. Siempre es mejor no hacer cortes al pescado para evitar la pérdida de jugos. ¡Ojo!, si vemos que en torno al pescado empieza a aparecer un líquido blancuzco es que se está secando. Sacar inmediatamente del horno.


Poner un recipiente con agua al lado del asado.


Truco para los asados al horno: Poner un recipiente con agua, independiente de lo que queramos asar. Creará una atmósfera de humedad que evita que se sequen las piezas, ya se trate de carne o de pescado.


Una vez sacado del horno añadir el refrito y servir.


Nota: El refrito se hace con aceite de oliva, ajo cortado en aros, y unas tiras de guindilla o pimiento rojo seco. Nunca se debe quemar el ajo. Apartamos del fuego y cuando enfría un poco, al dejar de humear, añadir un buen chorro de vinagre. Se vuelve a poner al fuego para que hierva todo unos segundos, así evitamos que salte.



CHOPA A LA SAL

Dejar sin escamar (de esta forma se protege mejor del exceso de sal).

30 minutos de horno a tope (+-250º).

Las mejores piezas son los pescados en torno a los 500-600 gr. Podemos asar varios a la vez.




Cubrir el pez con sal gorda de hornear, dejando sin tapar cabeza y cola. Así evitamos el exceso de sal para sacar luego la carne. El resto se recubre hasta hacer una buena capa. 
Humedecer ligeramente la superficie de la capa de sal. No poner sal en el fondo de la bandeja.

Cuando amarilleen los bordes de la sal es que el pescado está a punto. Golpear con una cuchara la costra de sal, comprobando que está dura y no se desmorona.




Para servir la carne del pescado, dar un par de golpes a la cubierta de sal hasta romperla. Ésta se separará sin problemas. Retirar la piel, que debe salir entera. Se sirven las raciones de pescado sin espinas y poniendo cuidado en evitar la sal sobrante.




Podemos acompañar el plato con un poco de mahonesa al ajo o una vinagreta de aceite y limón o vinagre de Jerez.


Rico, rico...

Truco para que no repita la mahonesa al ajo

Confitar varios dientes de ajo con su piel, friéndolos despacito en el aceite que vayamos a usar para confeccionar la salsa.

Cuando veamos que están blanditos sacarlos del aceite, pelarlos y reservar.

Dejar enfriar el aceite, añadir un huevo entero, sal, zumo de limón y los ajos, usando la batidora ligar la mahonesa. Si queremos que quede más densa, añadir un poco más de aceite y batir. Si por el contrario ha quedado muy espesa, añadir un poco de agua.








CHOPA MARISCADA

Este pescado es muy adecuado para sacar los filetes ya que no tiene unas espinas demasiado grandes o fuertes, como pasa por ejemplo con el sargo. Podemos usarlo así para cualquier preparación, ya sea a la plancha, empanado y frito, etc.

Es muy fácil sacar los filetes de la chopa

Para confeccionar esta receta primero pasamos los filetes con su punto de sal por harina y los doramos ligeramente. Así sellamos la carne y evitamos que se sequen cuando añadimos la salsa.

Dar un ligero hervor al conjunto y dejar reposar.

Una vez dorados todos los filetes, los pasamos a una cazuela donde los cubrimos con la salsa de marisco. Dar un  ligero hervor (1 minuto) al conjunto, justo lo suficiente para terminar de hacer el pescado. Un consejo: Mejor quedarnos cortos que pasarnos con el tiempo.

La salsa puede estar preparada de antemano e incluso congelada.

La podemos hacer con unas cabezas de langostino, o si es tiempo y están baratas, con un par de nécoras troceadas. De verdura, lo de siempre; cebolla, tomate, pimiento y zanahoria.

También admite incorporar un poco de caldo de pescado y vino blanco.

Reducir y añadir mantequilla
Siempre prefiero triturar primero las cáscaras en el mortero y pasar luego la salsa con el pasapurés, dándole un último toque tamizándola por el chino. No recomiendo usar la batidora ya que en vez de salsa queda más como una pesada crema de mariscos al triturar las cascaras y mezclarse todo el conjunto.
Usar el pasapurés es más trabajoso pero los restos de cáscaras quedan en éste como residuo y lo podemos quitar.
Truco: Reducir un poco la salsa mariscada poniéndola al fuego antes de añadirla al pescado. Derretir en ella una porción de mantequilla y añadir un poco de pimienta blanca o nuez moscada. Hacemos así la salsa más lustrosa y gustosa.




Ahora, dejamos la piedra en vuestro tejado. No nos cabe la menor duda de que seréis capaces de encontrar otras recetas para la chopa. Nos gustaría que, si os apetece, nos las hicierais llegar. ¡Hasta pronto!.

BUEN PROVECHO

Podéis consultar http://pescaygastronomia.blogspot.com.es/2017/01/la-chopa-pesca-e-interes-culinario.html

jueves, 2 de febrero de 2017

VISITA AL SUR DE IRLANDA



La zona Sur y Oeste de Irlanda, con su abrupta costa, llena de rías y profundos puertos naturales, así como su entorno rural de verde campiña salpicada de pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas, su clima y su pasado celta, nos recuerdan a Galicia. Repasamos su gastronomía y sus posibilidades en cuanto a la pesca deportiva.




Zona Marítima de Kinsale (muelle pesquero a la izda, embarciones de charter a la dcha)

Hemos tenido nuestra base en Kinsale (en irlandés, Cabo de la Sal), condado de Cork, al sur de la República de Irlanda.

Lástima que, como la razón del viaje era laboral y el tiempo en invierno no acompaña, ha sido complicado disfrutar plenamente de los encantos locales.

Sin embargo la grata impresión recibida tanto por el trato de sus gentes como por lo pintoresco del entorno hace tener este destino en mente para una visita planificada acompañado de la familia en temporada de vacaciones y de mejor tiempo.

Me recomendaron alquilar un coche y hacer parte de la ruta de carreteras del Atlántico oeste, saliendo desde Kinsale y llegando a Galway. Es una zona que las autoridades locales están potenciando para turismo rural y de naturaleza.




Kinsale, es una población de 2.000 habitantes, situada muy cerca de la ciudad de Cork, de 200.000 habitantes y segunda en importancia detrás de Dublín.

Es uno de los motores económicos de Irlanda por su importante puerto e industrias farmacéuticas y tecnológicas. Cork cuenta con un moderno aeropuerto que enlaza con varios destinos en la UE e Inglaterra.


Kinsale conserva todo el sabor de la vieja Irlanda. Con un pasado marinero y pescador, ahora es más un destino de veraneo y turismo interno. 

Está enclavado en una pequeña ría que conforma un abrigado puerto natural. Dispone de un coqueto “ yatch  club” con su escuela de vela y un pequeño muelle pesquero donde amarra algún que otro arrastrero y un par de embarcaciones artesanales dedicadas  al marisqueo y palangre. 



Algunos arrastreros amarran en el pequeño muelle pesquero

En cuanto a la pesca deportiva se refiere, pudimos ver al menos 3 potentes yates que se dedican al chárter de pesca. También vimos, aunque cerrada al no ser temporada, una oficina para alquilar embarcaciones.


Nos alojamos en el “Trident”, un acogedor hotel lindante con el muelle de pescadores. El personal es oriundo, muy amable y diligente, con una buena cafetería y restaurante.

Al lado del puerto deportivo hay otro hotel más grande y con spa. Existen numerosos pubs y varios restaurantes alrededor de la zona marítima.


Vistas desde la habitación del hotel


 Alan, nuestro “genuinamente irish” y parlanchín chofer local, nos informó de que se pueden alquilar equipos de pesca en el mismo pueblo, a donde acuden pescadores aficionados, sobre todo en la época del makarel (caballa) para pescarlo desde el puente que cruza el estuario, ya que estos peces lo remontan en grandes bancos con la marea.


Por cierto, dejando la autovía, las carreteras son como las nuestras hace 30 años. Alan mostró su pericia; inmutable, seguía charlando a la vez que sorteaba los diferentes obstáculos que se interponían en nuestro camino: tractores, remolques, autobuses escolares, cruces en medio de las curvas, estrechamientos de calzada, zanjas y baches, barro, lluvia etc... Menos mal que el ganado en invierno lo suelen tener metido en los establos casi todo el tiempo.

PUB FUNDADO EN 1690
Alan nos recomendó la visita diaria al Greyhound, permanece casi inalterable desde 1690, sin televisión (aquí se va a charlar), y por si fuera poco para caldear el ambiente chimenea de carbón.
Hay que pedir como poco una pinta(pronunciado paint), pedir a half pint te hace sospechoso, lo normal es tomar 2 ó 3 antes de ir a casa.





PINTA DE SIDRA Y SURTIDO DE GRIFOS


Guinness es omnipresente, pero hay otras cervezas locales buenísimas,especialmente las tostadas (red). La que más me gustó fue la "Smithwicks".



Por curiosidad también probamos la sidra (cider), elaborada con manzana local y que se sirve a presión, con burbuja, algo dulzona y nada ácida.




GASTRONOMÍA

En general, la comida en Irlanda, aunque muy básica, es de producto natural y local, bien cocinada y de raciones generosas. Se come aceptablemente bien ya sea en pubs o en restaurantes.

No se pasa hambre en absoluto. Es más que suficiente pedir un solo plato, ya que con éste te sacan diferentes guarniciones; las consabidas patatas (fritas, al horno o cocidas) y buenas ensaladas y verduras hervidas.

Desayunar fuerte y comer ligero

El típico desayuno irlandés consta de un huevo, una salchicha, dos lonchas de lomo de cerdo, una rodaja de morcilla negra (de arroz y especiada) y otra de morcilla blanca. Se acompaña con zumo y té o café, así como con varios tipos de pan tostado.




La carta de los restaurantes es bastante corta; mejillones o champiñones de entrantes, en carnes se ofrecen cordero o ternera locales, aunque los entrecotes y solomillos son tiernos y de buen gusto. Se ve que aún no han descubierto las propiedades de las carnes rojas del ganado mayor.

DEBAJO DE LOS HIERBAJOS ESTÁ EL BACALAO


En pescados, no salen del bacalao y la merluza. La especialidad local es una especie de sopa de pescado y marisco. Tiene fama localmente el salmón irlandés, el cual tomamos marinado. Todo lo elaboran sin florituras, pero correctamente.

Me sorprendió gratamente el "Man Friday", uno de los restaurantes más elegantes de Kinsale, al lado del restaurante y pub "The Spaniard" (El Español).
Me sirvieron una preparación de cangrejo (crab) gratinado que recordaba al "txangurro" del País Vasco. Muy rico.

Después tomé bacalao fresco (cod) a la parrilla sobre un ligero puré de patatas y espinacas hervidas que estaba muy correcto. Es la única ocasión en la que bebimos vino ya que en comparación con España es caro y de poca calidad. Los que encuentras suelen ser argentinos, chilenos, sudafricanos y australianos. Franceses y españoles son la excepción.

PESCA



Los charters de pesca aceptan tanto grupos de aficionados poco iniciados como salidas para expertos y para cualquier modalidad de pesca. Uno de los más conocidos patrones por el que hay que preguntar es el capitán Carroll.


Barco del capitán Carroll



Las especies que más comúnmente se pueden encontrar son: lubina, caballa, peces planos, congrio, bacalao y abadejo, cerca de la costa.

Ya más alejados, son los tiburones una pesca que puede deparar grandes piezas como tintoreras y makos. También se puede ir detrás del atún rojo, sobre todo en otoño, cada vez más frecuente y cercano a la costa.



HISTORIA


Históricamente y aun hoy en día, esta parte de la costa irlandesa ha servido de refugio a pescadores vascos y gallegos cuando las condiciones meteorológicas en los caladeros cercanos de Gran Sol hacían peligrar las embarcaciones.

 Como curiosidad hay que anotar que desde el puerto de Cork partió  gran parte de la emigración irlandesa a los Estados Unidos.

Asimismo, su puerto fue la última escala del Titanic antes de partir a aguas del Atlántico.


En cuanto a Kinsale, hay que reseñar que en sus aledaños tuvo lugar una gran batalla entre las tropas aliadas irlando-españolas contra el opresor inglés muy a principios del siglo XVII, contienda que ganaron los ingleses.

Posiblemente, si hubiera pasado lo contrario el mapa político de las Islas Británicas sería completamente distinto. Este es un heroíco episodio muy poco conocido de nuestra historia que sin embargo los irlandeses lo tienen muy presente. 




Otro lamentable episodio también ocurrió frente a la costa de Kinsale durante los inicios de la I Guerra Mundial, cuando el trasatlántico “Lusitania” fue hundido por el submarino alemán U-20, pereciendo 1.198 personas.

En resúmen, una buena zona tanto para los amantes de la pesca como para cualquier persona que desee aproximarse a la bella Irlanda.