viernes, 18 de marzo de 2016

PESCA DESDE EMBARCACIÓN FONDEADA EN EL CANTÁBRICO (3)



EMBARCACIÓN FONDEADA: LOS HÁBITATS.


ELEGIR UN PESQUERO Y SACAR RENDIMIENTO A LAS HORAS DE PESCA PUEDE SER MÁS DIFÍCIL DE LO QUE PARECE YA QUE LAS CONDICIONES DE LOS ECOSISTEMAS SOBRE LOS QUE ACTUAMOS PUEDEN SER MUY CAMBIANTES

No siempre se consigue llenar el caldero...

EN UN PESQUERO, LAS REFERENCIAS DE TERCEROS, LAS COORDENADAS DEL GPS O FONDEAR DONDE VEMOS UNA CONCENTRACIÓN DE EMBARCACIONES, NO NOS GARANTIZAN LA PESCA. ES FUNDAMENTAL ADECUAR APAREJOS Y CEBOS AL HÁBITAT PARTICULAR DEL PESQUERO ELEGIDO Y A LAS CONDICIONES DEL MOMENTO Y TENER LA MÁXIMA INFORMACIÓN SOBRE EL TIPO DE FONDO, CEBOS, CORRIENTES, MAREAS, ETC.



      EL ENTORNO:

      Tomaremos como referencia las aguas cantábricas y del Atlántico en el norte de la Península Ibérica, que son las que controlamos.  


El Mediterráneo tiene un ecosistema exclusivo con las praderas de posidonias, verdaderas creadoras de vida marina, que no existen en el Atlántico, pero por otra parte carece del efecto producido por las fuertes mareas propias de éste.

El Atlántico andaluz cuenta con unas características parecidas a las aguas del norte, aunque con una mayor temperatura media durante todo el año lo que, unido al encuentro entre sus aguas y las del mar Mediterráneo,  propicia una mayor riqueza y diversidad de especies.

Ya nos gustaría a los pescadores del Cantábrico que nuestro mar tuviera la abundancia de doradas, pargos o corvinas de las aguas del Atlántico andaluz o poder capturar la exquisita y brava urta o los ricos bancos de los combativos borriquetes. Por no hablar de la riqueza y tamaño de los peces que capturan nuestros compañeros canarios; ponen los dientes largos a cualquiera… Pero si queremos salir habitualmente a pescar, no queda más remedio que hacerlo en nuestro ámbito geográfico. ¡¡Siempre hay días de gloria!! Bueno, menos llorar y más pescar, al grano.

Bocana de Lekeitio

Tenemos nuestra base en Lekeitio, pequeño puerto pesquero y municipio turístico de la costa vizcaína, protegido de los vientos del noroeste por el cabo de Santa Catalina y la isla de San Nicolás o Garraitz al este, formándose una pequeña bahía o abra.

Este entorno cuenta con dos playas divididas por la desembocadura del río Lea, formándose un pequeño estuario de muy alta diversidad ecológica. Dentro de nuestro radio de acción, hay grandes extensiones de fondos arenosos o de cascajo interrumpidos por formaciones rocosas.  Es por tanto un ecosistema muy variado que nos permite practicar la pesca a fondo desde perspectivas muy diversas con las diferentes oportunidades que se nos brindan tanto al abrigo de la costa cercana como en los fondos de aguas más abiertas.

Puerto de Lekeitio
Esta “foto” podría ser calcada a la  de muchos pueblos de la costa cantábrica y atlántica, desde Hondarribia en Gipuzkoa con su bahía y ría, pasando por Laredo y Santoña en Cantabria, Ribadesella en Asturias o Ribadeo en la “mariña lucense”.

Por cierto, menudos homenajes gastronómicos nos hemos pegado recorriendo la cornisa norteña, y más ahora, cuando tras varias décadas esperando, contamos con la Autovía del Cantábrico que te conduce en un santiamén de una punta a otra de la cornisa cantábrica.

Y ahora, al asunto.

En la pesca con embarcación fondeada, vamos a considerar 3 parámetros: Sustrato del fondo, profundidad y entorno (mar abierto; entornos protegidos: estuarios, bahías y puertos; cercanías de bajos rocosos e islotes).

Hay que contemplar además otras variables: efecto de las mareas, influencia de las lluvias, efecto de la mar de fondo, del oleaje,  corrientes, por no hablar del tiempo atmosférico que puede hacer que no salgamos a la mar durante un mes entero, especialmente durante los meses de diciembre y enero.

Estas variables van a condicionar tanto la abundancia de unas especies u otras como el tipo de alimento que van a encontrar nuestras capturas, los aparejos que deberemos usar, etc influyendo así en nuestra forma de actuar para conseguir buenos resultados.

Con los años,  yo he aprendido que no hay un día igual a otro, y no valen por tanto las ideas preconcebidas. (Un dicho muy común en la costa: “días de mucho vísperas de nada”).

Zona rocosa (faro Sta. Catalina)

Así por ejemplo, la mar de fondo acusada puede ser un factor negativo para la pesca fondeada en aguas rocosas o expuestas ya que revuelve el mismo. Sin embargo, resulta positivo en el interior de bahías o puertos y estuarios profundos ya que puede ser que el pescado se refugie en éstos. Otras veces pasará lo contrario y los fondos estarán llenos de algas arrastradas por la resaca que hacen imposible la pesca.

En la próxima entrega hablaremos de la importancia de los diferentes tipos de sustratos del lecho marino.

La influencia de las mareas y su coeficiente es algo que lo tiene mucho más en cuenta el pescador de costa que el de embarcación, sabiendo siempre que el arranque de la marea y la hora anterior e inmediatamente posterior a la pleamar son los momentos de más alta actividad en los peces. Incluso pescando a bastante profundidad y lejos de la costa esta influencia a veces se nota, provocando cambios incluso de la corriente dominante en el pesquero.

          Otro factor que nos condiciona es la corriente. En un día de mar bella no es infrecuente que no se pueda pescar en nuestro caladero favorito si sale una fuerte corriente de esas con las que, incluso poniendo los plomos más gordos y disminuyendo el número de líneas lanzadas, no podemos luchar.  Por mucho que nos empeñemos, lo mejor es levantar el ancla y cambiar de sitio. 

Próxima entrega: El lecho marino

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