Tengo un amigo que me suele recomendar que prepare unas albóndigas de pescado al estilo de su tierra cordobesa. Añora las que hacía su madre y quiere que yo aprenda a prepararlas para comerlas en el “txoko”, el muy taimado, pero siempre había olvidado su sugerencia.
En estos momentos, como disponemos del tiempo que
queramos dedicar a la cocina, me he puesto manos a la obra. Aún me queda algo de
pescado congelado producto de alguna jornada de pesca anterior a la pandemia
que se puede aprovechar para hacer la prueba.
Me decidí por una chopa que estaba solitaria y no nos iba a dar para comer todos. El resto nos las habíamos ido consumiendo, bien al horno, bien a la plancha. Es un pescado digno, pero no está entre los "top". Así que puede ser una buena opción para esta receta.
Me decidí por una chopa que estaba solitaria y no nos iba a dar para comer todos. El resto nos las habíamos ido consumiendo, bien al horno, bien a la plancha. Es un pescado digno, pero no está entre los "top". Así que puede ser una buena opción para esta receta.
INGREDIENTES
Un par de dientes de ajos, una chalota o cebolleta, un taco
de jamón, un huevo, pan rallado, harina, pimienta, cúrcuma o colorante
alimentario, azafrán molido, perejil, aceite de oliva, sal y agua.
¡¡¡ AL LÍO !!!
Lo primero es sacar los filetes al pescado y quitar piel y
espinas, La chopa es un pescado fácil para ello.
Con los restos hacemos un poco de fumé para la salsa, o
podemos usar un caldo de pescado ya preparado de antemano. En mi caso, suelo
tener conservando en la nevera, hecho el vacío, frascos con caldo de verdura,
pollo, carne, pescado, etc., para usar en guisos y salsas.
Picar el jamón y el pescado en daditos lo más pequeño que
podamos. Hacer lo mismo con el perejil y el ajo.
Mezclarlo todo añadiendo un huevo y una cucharada de pan rallado, sazonar con sal y pimienta. Si vemos que no coge consistencia suficiente como para hacer las bolitas, añadir un poco más de pan rallado.
Mezclarlo todo añadiendo un huevo y una cucharada de pan rallado, sazonar con sal y pimienta. Si vemos que no coge consistencia suficiente como para hacer las bolitas, añadir un poco más de pan rallado.
Amasar todo bien y hacer las bolitas (ni muy grandes ni
demasiado pequeñas) pasándolas por harina de trigo bien tamizada.
Poner agua a hervir con una pizca de cúrcuma o colorante
alimentario y una hoja de laurel.
Depositar las pelotillas con cuidado, cuidando que el agua no hierva a borbotones, y tenerlas 5-6 minutos. El tiempo es orientativo pues cuando ya están cocidas empiezan a flotar y las podemos retirar. Hacerlas de pocas en pocas evita que se rompan o peguen.
Depositar las pelotillas con cuidado, cuidando que el agua no hierva a borbotones, y tenerlas 5-6 minutos. El tiempo es orientativo pues cuando ya están cocidas empiezan a flotar y las podemos retirar. Hacerlas de pocas en pocas evita que se rompan o peguen.
Picar fina la chalota y rehogarla con aceite de oliva,
añadir la pizca de azafrán molido y un poco de harina y freír unos segundos. Añadir caldo y hervir hasta que nos quede ligada la salsa (se hace en un plis
plas).
Poner las albóndigas en la salsa y dejarlas cocinar a fuego
medio 2 minutos.
Se puede acompañar con unas espinacas a la sartén o unas judías
verdes hervidas al dente. El color de la verdura no solo pone una nota de contraste; también
le va fenomenal al plato.
Nota: hemos usado una chopa, que es lo que teníamos a mano, pero podemos usar cualquier otro pescado de carne blanca y cierta firmeza como una dorada, un abadejo o un perlón también irá fenomenal. También las he comido hechas de choco (jibia) y quedan estupendas.
Nota: hemos usado una chopa, que es lo que teníamos a mano, pero podemos usar cualquier otro pescado de carne blanca y cierta firmeza como una dorada, un abadejo o un perlón también irá fenomenal. También las he comido hechas de choco (jibia) y quedan estupendas.
QUEDAN COMPACTAS PERO MUY JUGOSAS Y COMBINAN FENOMENAL CON LA SUAVE DELICADEZA DE LA SALSA DE AZAFRÁN |
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