sábado, 20 de enero de 2018

PESCA DE FONDO, PESCA DE INVIERNO




La mayoría de la gente piensa que durante el invierno tenemos paradas las embarcaciones de recreo, bien amarradas a puerto o invernando fuera del agua y en parte es verdad. Pero los que somos verdaderos aficionados a la pesca no renunciamos a salir al mar, a pesar de los rigores climatológicos. Aunque el invierno nos trae frecuentes temporales, como los que solemos padecer en el mes de enero, también hay momentos en que las condiciones son favorables y en cuanto mejora el tiempo lo suficiente hay que estar en el agua.
La campaña pesquera invernal suele ser muy buena si sabemos aprovechar esos días de calma o mejor tiempo entre temporal y temporal. Es el momento de practicar la pesca a fondo, una de mis modalidades preferidas. Pesca muy adecuada para relajarte, tomar un poco de sol invernal si se puede, y estar entretenido esperando picada tras picada.





LOS PECES; ESPECIES Y FAMILIAS
Nuestras capturas pueden ser peces bentónicos, estrechamente ligados al fondo, nadando habitualmente cerca de éste, o pelágicos, que nadan generalmente en aguas libres.

Cualquier pez, ya sea peor o mejor nadador, termina por bajar al fondo para alimentarse. 

Bentónicos son la mayoría de los representantes de la familia de los espáridos (besugo, aligotes, dorada, sargo, chopa, pargo, dentón, breca), los más buscados por los pescadores de fondo. Suponen las capturas más frecuentes en cualquier tipo de hábitat. De entre éstos es la chopa, también llamada pispiruto  o pantximiki en Vizcaya y birlote o muxarra en Guipúzcoa, la pieza más buscada, tanto por la cantidad de capturas que se puede hacer en una jornada como por la pelea que ofrece a pesar de no alcanzar más que los 2 kilos como mucho. Aunque las piezas más valoradas y de mayor tamaño son la dorada (urraburu) o el pargo (txato o machote).

También se suelen pescar peces de otras familias: lubina, abadejo, faneca, congrio, cabra, cabracho, durdo, lantesa, jurel, caballa, pez raya, salmonete, perlón, pez ballesta y unos cuantos más.

Como veis, las pescatas pueden ser de pescado muy variado.




TÉCNICA:

En el invierno lo aconsejable es pescar a más profundidad que en otras estaciones del año, ya que las capas superficiales del agua se enfrían por la acción de los vientos y temporales, pero las más profundas se mantienen estables.

Establecemos nuestro rango de operaciones entre los 30 y 90 metros de profundidad, si el tiempo lo permite lo más habitual es que andemos en sondas entre los 60 y 90 metros y nos reservemos las calas más abrigadas y menos profundas cuando hace peor tiempo fuera. Así que debemos de tener preparado un buen sistema de fondeo con al menos 200 metros de buen cabo.

Buscamos más los fondos rocosos, aunque en fondos blandos (arena, fango, cascajo) o mixtos (con piedras y entorno arenoso) también se pueden realizar buenas pescas. Varían según el tipo de fondo, las posibles capturas. Brecas y aligotes son más propios de fondos blandos. Chopas, sargos y mojarras, de fondos rocosos.




Usamos el típico aparejo de volantín, con un par de brazolas cortas de monofilamento de 0,40 a 0,50 mm dependiendo de la profundidad, armadas de anzuelos del 2/0 ó 3/0 y por encima del plomo, y otros aparejos con un solo terminal más largo que pesque sobre el fondo.

Para cebo, usamos sobre todo sardina y chipirón. Habitualmente cebamos primero con chipirón cortado en tiras y en la punta del anzuelo enganchamos un trozo de sardina. Este cebo es infalible y no hay un solo pez que se le resista. También usamos las gusanas, pero las reservamos para pescar sobre fondos blandos.

Es importante tener a bordo pasta de sardina y anchoa para macizar y atraer al pescado bajo la embarcación, utilizando diferentes artilugios para hacerlo llegar al fondo.




Una buena práctica es tener preparada una caña con un terminal grueso, incluso de acero, para pescar congrios y tiburones. Utilizamos como cebo peces pequeños vivos de los que vamos sacando (cabras, chicharros o fanecas).

Al ser el invierno una época con pocas horas de sol y habitualmente bajas temperaturas, aprovechamos las horas centrales del día para pescar. Así que no hay que madrugar y en cuanto empieza a oscurecer levantamos el ancla y nos dirigimos a puerto. Aun así, lo normal es entrar de noche, por lo que las precauciones en la navegación se deben extremar.

Cuando se da bien el día, llegamos verdaderamente cansados, ya que la actividad a bordo suele ser frenética; subir pescado y cebar continuamente, soportando el frío y manteniendo el equilibrio, además de las tareas de recuperación del fondeo a última hora… Todo esto hace que al día siguiente las agujetas estén aseguradas.  La satisfacción está en haber pasado unas horas estupendas en plena naturaleza y traer para casa varios kilos de pescado de categoría.

RECETA



CHOPA O MOJARRA A LA SAL:

Aunque esta forma de preparar el pescado no es muy habitual en el País Vasco, para algunos peces resulta muy adecuada, como la mojarra y la chopa, ya que evita la pérdida de jugos y mantiene intacto su sabor. Con la chopa hay que tener cuidado para no pasarse de cocción. Hecho en su punto es un pescado buenísimo, por lo que la modalidad a la sal le viene como anillo al dedo.  Pescado poco conocido por el público en general, es muy valorado en los pueblos de la costa, sobre todo en el invierno que es cuando más grasa tiene.

Dejar sin escamar (de esta forma se protege mejor del exceso de sal).

30 minutos de horno a tope (+-250º).

Las mejores piezas son los pescados en torno a los 500-600 gr. Podemos asar varios a la vez.




Cubrir el pez con sal gorda de hornear, dejando sin tapar cabeza y cola. El resto se recubre hasta hacer una buena capa, la cual se humedece ligeramente. No poner sal en el fondo de la bandeja. Golpear con una cuchara la costra de sal, comprobando que está dura y no se desmorona.




Cuando amarilleen los bordes de la sal es que el pescado está a punto. Para servir, dar un par de golpes a la cubierta de sal hasta romperla. Ésta se separará sin problemas. Retirar la piel, que debe salir entera. Se sirven las raciones de pescado sin espinas y poniendo cuidado en evitar la sal sobrante.




Podemos acompañar el plato con un poco de mahonesa al ajo o una vinagreta de aceite y limón o vinagre de Jerez.

Si queréis profundizar en el tema de la pesca desde embarcación fondeada podéis consultar varios artículos al respecto en pescaygastronomia.blogspot.com  / pesca fondo






viernes, 5 de enero de 2018

RECETAS PARA COCINAR DENTÓN

EL DENTÓN (Dentex dentex) ES UN PEZ DE LOS MÁS VALORADOS, DEPORTIVAMENTE HABLANDO, DE ENTRE LOS QUE SE PUEDEN PESCAR EN NUESTRAS COSTAS. SIN EMBARGO, NO ES DE LOS QUE MÁS ME ENTUSIASMEN EN LA MESA, QUIZÁS POR QUE NO HEMOS DADO CON LA PREPARACIÓN ADECUADA, POR LO QUE DECIDIMOS SOMETERNOS A LA DURA PRUEBA DE COMERNOS UNO DE 3,5 KGRS ENTRE CUATRO PERSONAS.


El "dentón", un pez bravo donde los haya.

La carne del dentón es muy compacta, más bien seca, por lo que hay que tener cuidado al cocinarlo para lograr su punto. También es de gusto intenso a mar, por lo que le vendrán bien preparaciones que lo suavicen y lo hagan más jugoso.

Así dispuesta la cosa, nos reunimos en casa de nuestro amigo, además de colaborador bloggero, Antonio Tirabeque, y decidimos prepararlo de tres maneras diferentes:

Marinado en ceviche (usamos el cogote).

Al horno (usamos los lomos), con tomate confitado...

Y plancheado a la bilbaína (aquí, la ventresca).

Creemos que estas 3 maneras diferentes de preparar el pescado estarán sabrosas y podremos comparar las diferentes texturas.

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El ejemplar de dentón lo teníamos congelado previamente, escamado y limpio, bien envuelto en film de plástico y empaquetado en una bolsa opaca a la luz. Es importante mantener el pescado, cuando se va a consumir crudo, al menos 3 días congelado a -21 º C y lo más aislado posible de la luz y la escarcha para que su conservación y posterior descongelación en nevera sea óptima.




Para las 3 preparaciones utilizaremos diferentes partes del pescado, así que sacaremos los dos filetes por una parte y separaremos la ventresca, los lomos y el cogote de cada uno de ellos.

Al trabajo:


CEVICHE DE DENTÓN:




Esta preparación está de moda actualmente en los gastrobares y restaurantes de toque moderno de España, de origen sudamericano, muy popular en Perú, país de mucha costa y gran tradición pesquera.
Se suelen elaborar principalmente con pescados blancos  y de carne compacta, por lo que pensamos que el dentón podía ser una opción magnífica para condimentarlo de esta forma.
Usamos el cogote ya que es una de las partes de carne más firme.

Ingredientes: 2 limas, 2 limones, 2 guindillas de cayena, pimienta molida, sal de ajo, una cebolla morada, 2 aguacates, cilantro.






Cortar la carne del pescado en taquitos pequeños, añadir las guindillas cortadas en aros, salpimentar y cubrir con el jugo de las limas y limones.

Dejar marinar la mezcla durante 20 ´en el frigorífico. Añadir cebolla cortada muy fina.

Los aguacates deben de estar bien maduros. Los cortamos en mitades, quitamos la semilla y agrandamos el hueco que deja ésta rebañando carne del fruto con una cuchara. Damos un corte en la base de cada mitad del fruto para dejar un fondo plano y evitar que se mueva en el plato. Rellenamos el hueco con el ceviche, adornamos con cilantro picado. Lo comemos con cuchara mezclando con la carne del aguacate. (Esta presentación es innovación de la casa).

Ceviche de dentón presentado en un aguacate.


LOMOS DE DENTÓN AL HORNO CON TOMATE CONFITADO:

Ingredientes: 6 tomates de pera maduros, aceite de oliva virgen, sal gruesa , albahaca fresca o seca picada, vinagre de Jerez.

Plato con reminiscencias andaluzas en honor a la tierra de Antonio, nuestro anfitrión. Los lomos, al ser de un pez hermoso, son bastante gruesos, por eso nos decantamos aquí a usar el horno.

Salamos el pescado y lo metemos al horno precalentado a 225 º en una tartera, añadiendo un toque de aceite.

En una sartén a fuego vivo, en un par de cucharadas de aceite de oliva ponemos el tomate de pera previamente pelado y picado y añadimos un toque de sal gruesa. Bajamos el fuego y dejamos confitar el tomate durante 5 minutos. Añadimos un buen chorro de vinagre de Jerez, ponemos un puñado de albahaca picada y removemos.

Cuando empieza a blanquear la carne, añadir un poco de vino blanco, a poder ser de Jerez.

A los 15 minutos, apagamos el horno y vertemos el tomate sobre los lomos, dejando reposar 2 minutos. Como orientación, cuando los lomos empiezan a blanquear, dar 10 minutos más.

Lomos de dentón al horno con tomate confitado


VENTRESCA DE DENTÓN A LA BILBAINA:

La tradición de preparar cualquier pescado en Bilbao suele ser insuperable para el besugo, sargo o dorada. Al ser la ventresca su parte más jugosa y con espinas, va a aceptar bien el calor fuerte y directo de una sartén o plancha. Así tratamos al dentón:

Ingredientes: aceite de oliva, sal gruesa, 2 dientes de ajo cortados en aros, 1 guindilla de cayena, vinagre de vino.

En una sartén con una cucharada de aceite poner a fuego vivo la ventresca con su toque de sal, dejar dorar un par de minutos, primero por la parte de la carne y  mantener después por la parte de la piel.

Preparar el refrito de ajos y guindilla y cuando se doren, quitar del fuego. Dejar enfriar y añadir un par de cucharadas de vinagre.

Verter sobre la ventresca.

Ventresca de dentón a la bilbaina

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De las tres preparaciones, la que más nos gustó fue la tradicional a la bilbaina. El ceviche sorprendió con su presentación dentro del aguacate, muy fresco. Los lomos al horno estuvieron correctos y jugosos gracias al tomate.

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LOS VINOS:

La selección la preparó con esmero nuestro asesor enológico, Pedro Bilbis.

Para el ceviche eligió un vino de su tierra, un blanco aragonés de uva macabeo, Frontonio 2014. Un vino diferente a lo que estamos acostumbrados en cuanto a blancos, con mucha carnosidad en boca. Maridó perfectamente con el pescado marinado, cosa complicada por el toque ácido de la lima.

Para los lomos al horno, que fue la preparación principal, nos decidimos por un vino de trago largo. Un sorprendente y fresco albariño espumoso, a modo de cava, Cantabricvs Brut. Convinó perfectamente con la preparación más contundente de las tres.

Para un plato clásico, las ventrescas a la bilbaína, un tinto reserva rioja clásico, Pagos de Viña Real 2010. Maridaje perfecto, para que complicarse.





LA SORPRESA CON MAYÚSCULAS:

Estando más que satisfechos, nuestro amigo Pedro, como buen aragonés, nos hizo probar sus famosas patas de cerdo deshuesadas con caracoles, imposible negarse. Y para tal colofón a la comida, descorchamos una botella de Torremuga. Vinazo.

Empanadillas de cabello de angel

Como no podía ser menos , Antonio, haciendo honor a su fama de goloso, nos sacó unas empanadillas caseras de cabello de ángel dignas del mejor califa que reinó en tierras cordobesas. Para sorpresa de los presentes, el rioja Torremuga acompañó perfectamente al dulce andaluz.

¡HASTA LA PRÓXIMA AMIGOS¡